s Carrión - Mujer y Poeta
La primavera de marzo
ha congelado mis venas,
vuelvo a sentirme en invierno
entre el hielo de la guerra…
La guerra de mis vecinos
que están a tiro de piedra
en orillas africanas
del mar que a todos alberga.
Las arenas beduínas
son escenario de gestas,
de demandas populares
de justicia, pan y siembra
que claman por la reforma
de unas leyes obsoletas.
El mundo observa aterrado
al tirano en sus almenas
atrincherado en el odio,
masacrando sin conciencia
a ciudadanos inermes
sin escudo ni defensa,
que demuestran, palmo a palmo
su valor en la reyerta.
La revolución se impone,
revolución callejera
abandonada por todos
los que pretenden la eterna
posesión de la fortuna
que aquellas tierras conservan.
Entre dimes y diretes
tratados y sesión plena
miran de lejos la muerte
y el dolor de la contienda.
Que cesen pronto las armas,
que la paz, justa, ya vuelva,
que se escuche la plegaria
de quien todavía reza.